Caso Madrid Arena: la Audiencia Provincial de Madrid condena a cuatro años de prisión al promotor de la fiesta
| Autor | vLex |
Cuatro años después de la tragedia del Madrid Arena, la Audiencia Provincial ha condenado a Miguel Ángel Flores a cuatro años de prisión como autor de cinco delitos de homicidio por imprudencia y otros 29 de lesiones. Además, la sala ha impuesto una condena de tres años de prisión a Francisco del Amo, responsable de Madridec, y a Francisco Rojo, director general de Diviertt, así como dos años y seis meses a Miguel Ángel Morcillo, de Diviertt, y a Carlos Manzanares, de Kontrol 34.
Por otro lado, la sala ha absuelto al ex jefe de la Policía Municipal: Emilio Monteagudo porque, según la sección séptima, la precariedad del operativo dispuesto el día de los hechos no influyó en lo sucedido. Y a los médicos: Simón y Carlos Viñals, porque no quedó acreditado, durante el juicio, que de haber obrado de otro modo hubieran salvado la vida de las jóvenes, a juzgar por el tiempo que las víctimas estuvieron atrapadas en el vomitorio hasta ser rescatadas.
IndemnizacionesAdemás de las condenas a penas privativas de libertad y de las absoluciones, la Audiencia ha reconocido el derecho de cada una de las familias, de las chicas fallecidas,a percibir una indemnización de 350.000 euros, que será abonada por los condenados.
Pese a que las acusaciones particulares reclamaban 20 años de cárcel, cuatro por cada víctima, la Audiencia Provincial de Madrid explica que es la mayor condena que cabía en este caso.
Vista oral
El trámite procesal de la vista oral se celebró el pasado 12 de enero, donde comparecieron los quince acusados por cinco delitos de homicidio por imprudencia grave y lesiones.
Miguel Ángel Flores
Entre las declaraciones de los acusados, destaca la de Miguel Ángel Flores quien responsabilizó al Ayuntamiento de Madrid y a Madridec por las deficiencias estructurales del edificio de titularidad municipal. Este segundo, a su vez, señaló como culpables a los controladores de Kontrol 34 por abandonar sus puestos de trabajo y empujar a los asistentes, provocando caídas en el público que dieron lugar a las diferentes avalanchas.
La Sala de la Audiencia Provincial de Madrid consideró al empresario como máximo responsable de lo ocurrido, por entender que quedó sobradamente acreditado, durante el juicio, que las cinco muertes y los múltiples heridos fueron consecuencia del sobreaforo existente, así como del cierre de escaleras y vomitorios.
Según asegura la sentencia, los organizadores permitieron la entrada al recinto a más de 16.500 personas, cuando el aforo estaba limitado a poco más de 10.000 asistentes. Añade, la resolución judicial, que el cierre de pasillos internos dificultó el tránsito de los asistentes a lo largo del pabellón.
Seguriber
Seguriber, la empresa responsable de la seguridad en el interior, responsabilizó de la tragedia, durante la vista oral del pasado 12 de enero, a Madridec; por abrir un portón de mercancías por donde se colaron miles de jóvenes, masificando la pista en la hora en la que se produjo la avalancha.
La Sala considera que los coordinadores de Seguriber, Juan José Paris y Raúl Monteverde son responsables en menor grado, por eso les impone una pena de multa (12 meses a una cuota diaria de 10 euros).
Por otro lado, el responsable de seguridad, Rafael Pastor, sale absuelto porque la Audiencia entiende que cometió infracciones constitutivas de falta y por tanto, lo condena al abono de las indemnizaciones.
Sobreventa de entradas
La sentencia establece que los condenados, con sus acciones y omisiones, infringieron los deberes de cuidado que les competían como responsables de la fiesta que tuvo lugar en el Madrid Arena.
La sentencia argumenta que “no solo no evitaron riesgos, sino que los crearon y los permitieron”. En el caso del promotor, el fallo considera probado que vendió 6.000 entradas más de las permitidas para obtener el mayor beneficio económico posible, pese a conocer el aforo del recinto, lo que provocó un evidente riesgo para la integridad física de los que allí se encontraban.
